«Para ofrecer la mejor atención posible, es fundamental contar con estabilidad laboral»

Marina Garrido, número 1 del EIR 2025, nos cuenta cómo ha sido su preparación y su visión sobre la profesión enfermera

Hoy tenemos con nosotros a Marina Garrido, la número 1 del EIR 2025. Después de meses de esfuerzo y dedicación, ha conseguido el primer puesto y está a punto de empezar una nueva etapa en su carrera. Hablaremos con ella sobre cómo ha sido su preparación, qué la motivó a elegir enfermería y cuáles son sus planes de futuro. Además, nos contará su visión sobre la profesión y los retos que enfrenta el sector.

Antes que nada, enhorabuena por tu logro. ¿Cómo te sientes al haber conseguido el primer puesto en el EIR? ¿Te lo esperabas?

Muchísimas gracias, estoy muy feliz y emocionada, no solo por ese puesto sino por poder elegir la especialidad y el hospital en los que me formaré durante los próximos dos años. Sabía que iba a tener un buen puesto, ya que decidí meter las respuestas de mi examen en las plataformas que estiman tu puesto, pero no me esperaba para nada ser la primera.

Cuéntanos un poco sobre ti. ¿Siempre quisiste ser enfermera o en algún momento te planteaste otra profesión?

Yo nunca tuve claro que quería ser enfermera, fue algo fui decidiendo con el tiempo, a medida que avanzaba en los estudios fui eligiendo las asignaturas que más me gustaban, lo que me llevó a estudiar el bachillerato de Ciencias de la Salud, además, he tenido contacto con diferentes profesionales sanitarios con los que comprendí la labor tan bonita que supone cuidar de otras personas. Tras realizar la EVAU tenía claro que sería una profesional sanitaria, como seguíamos en época de COVID decidí estudiar en Almería y el grado que más me gustó fue el de Enfermería.  La enfermería me pareció preciosa y a día de hoy estoy muy feliz de haberla escogido.

La preparación para el EIR es muy exigente. ¿Cuál fue tu estrategia de estudio y qué fue lo más duro del proceso?

El EIR es una prueba durísima que exige muchos meses de esfuerzo y dedicación en mi caso, comencé la preparación en marzo, pero comencé a estudiar en junio y a partir de septiembre intensifiqué el estudio, dedicando entre 8 y 10 horas diarias. Comenzaba ­­­­estudiando el temario y tras ello resolvía preguntas sobre ese tema. Además, realicé muchas preguntas de convocatorias anteriores y simulacros de examen. Estos últimos los intentaba hacer a la misma hora y en condiciones semejantes a las de la prueba real, lo que me permitió analizar a partir de qué momento del examen comenzaba a sentirme más agotada y cuándo me era más eficaz abordar las preguntas de imagen.

Lo más duro para mí fue mantener esta rutina durante tanto tiempo, era exigente llegando incluso a resultar agotadora, por lo que para mí fue esencial encontrar un equilibrio. La constancia es, sin duda, la clave del éxito, pero también es importante saber cuándo tomarse un descanso para evitar el agotamiento.

Seguramente ha habido momentos de bajón. ¿Cómo los afrontaste y qué te motivaba a seguir adelante?

Claro que hubo, sobre todo a medida que se iba acercando el examen, pero logré superarlos gracias al apoyo de mi familia y mi pareja quienes siempre me animaron en los peores momentos de la preparación.

 Además, contar con compañeras que también estaban preparando el EIR fue clave. Tuve la suerte de conocer a personas maravillosas que, lejos de vernos como competencia, nos apoyábamos y celebrábamos los logros de las demás. Este compañerismo no solo me ayudó en la preparación, sino también a nivel personal, tener personas así a tu lado es algo que marca la diferencia.

Ahora que tienes la posibilidad de elegir la especialidad que quieras, ¿ya tienes claro cuál vas a escoger? ¿Qué te atrae de esa especialidad

Tras valorar varias opciones, tengo claro que elegiré la especialidad de enfermería obstétrico-ginecológica. Lo que más me atrae de esta especialidad es la oportunidad de poder acompañar a las mujeres en una etapa tan importante de sus vidas, brindándoles el apoyo, orientación y los cuidados necesarios, tanto durante el embarazo como en el parto y el posparto. Además, me motiva la idea de ser parte de un proceso tan íntimo y único como es el dar vida, y poder ofrecer una atención que garantice el bienestar tanto de la madre como del bebe.

Esta especialidad además me permite la oportunidad de ayudar a mujeres a lo largo de diferentes etapas de su vida reproductiva, desde la prevención de problemas hasta el cuidado intensivo cuando sea necesario. Es una profesión que implica un enfoque integral y personalizado, lo que me atrae mucho, ya que me gustaría poder hacer una diferencia real en la salud y bienestar de las mujeres.

Estoy muy emocionada por poder desarrollarme en este campo, ya que es una especialidad que tiene un impacto profundo en las vidas de las personas y me permitirá aportar mi granito de arena para mejorar la experiencia de las mujeres en este proceso tan significativo.

Enfermería es una profesión vocacional, pero también tiene sus retos. ¿Cómo ves la situación actual de la enfermería en España? ¿Qué crees que se debería mejorar?

En España, sigue siendo una profesión infravalorada en la sociedad. Además, la inestabilidad laboral es un problema recurrente, ya que los contratos suelen ser de corta duración, obligando a los profesionales a cambiar de servicio con frecuencia. Esto no solo dificulta la adaptación a nuevos entornos y pacientes, sino que también aumenta el estrés e impide un desarrollo profesional óptimo. Para ofrecer la mejor atención posible, es fundamental contar con estabilidad laboral, algo que aún está lejos de lograrse.

Además, considero que deberíamos tener la posibilidad de rechazar un contrato en un servicio para la que no nos sentimos preparadas o en la que no podamos garantizar una atención de calidad, sin miedo a ser penalizadas.

Estas fueron algunas de las razones que me llevaron a especializarme, aunque soy consciente de la falta de bolsas específicas de muchas especialidades y de la precariedad de los contratos a pesar de contar con la especialidad, en muchos casos las enfermeras especialistas se ven obligadas a volver a las bolsas de enfermería generalista por falta de trabajo y es algo que debería cambiar cuanto antes.

En general es necesario cambiar muchos aspectos de la profesión, desde las condiciones laborales hasta un salario y reconocimiento acorde a nuestra categoría, es muy triste ver que hay compañeras que se ven obligadas a emigrar o incluso a abandonar la profesión, no por falta de vocación, sino por las dificultades del sistema.  Ojalá cambie esta situación pronto.

Se habla mucho de la necesidad de mayor reconocimiento y autonomía para la enfermería. ¿Cómo te imaginas el futuro de la profesión en los próximos años?

En los últimos años, se está viendo una tendencia a aumentar las plazas de enfermería y a fomentar la especialización, lo que demuestra que se empieza a reconocer su importancia. Sin embargo, todavía son muy escasas las especialidades en las que nos podemos formar, aunque confío en que con el tiempo vayan surgiendo más. Espero que esta tendencia de crecimiento se traduzca en una mejora real para el colectivo, con más especialidades, mayor estabilidad laboral, salarios acordes a nuestra responsabilidad y un reconocimiento real de nuestras competencias.

Seguro que en tu camino has tenido referentes. ¿Hay alguna persona que te haya inspirado especialmente en tu carrera como enfermera?

Si hay una persona que me ha inspirado especialmente en mi carrera como enfermera, sin duda es mi abuelo. Durante el servicio militar obligatorio, ejerció como ayudante en la enfermería, y aunque su camino profesional fue por otro lado, siempre tuvo esa vocación de cuidar a los demás. Desde pequeña, lo vi preocuparse por el bienestar de toda la familia. Su forma de cuidar de sus hijos y nietos me marcó mucho y, de alguna manera, influyó en mi decisión de dedicarme a la enfermería.

Además, a lo largo de mi formación, he tenido la suerte de conocer a grandes profesionales sanitarios que me han servido de referencia. Desde enfermeras maravillosas hasta profesoras con una verdadera vocación, que no solo me enseñaron teoría y práctica, sino que me transmitieron su pasión por la enfermería.

Todas estas personas me han marcado y motivado a esforzarme cada día para ser mejor enfermera.

Además del estudio y el trabajo, todos necesitamos desconectar. ¿Cómo te relajas en tu tiempo libre?

A mí me ha servido mucho utilizar la biblioteca como lugar de estudio y fuera de ahí a desconectar. Después del día de estudio me ayudaba ir al gimnasio, hacer un poco de deporte, pasear y ver alguna película o serie con toda mi familia.

Para quienes están preparando el EIR ahora mismo, ¿qué consejo les darías para afrontar el reto con éxito?

Para quienes están preparando el EIR, mi principal consejo es que mantengan la constancia y la motivación. Es un camino largo ya veces duro, pero con organización y disciplina se puede lograr.

Es importante establecer una rutina de estudio realista y adaptada a cada uno, combinando teoría con la realización de preguntas y simulacros. Los simulacros pueden ser frustrantes al principio, pero muy importantes para mejorar y acostumbrarse al tipo de preguntas del examen, analizar los errores y aprender.

Además, rodearse de personas que estén en la misma situación ayuda muchísimo. Compartir dudas, apoyarse en los momentos de bajón y celebrar los pequeños avances hace que el proceso sea más llevadero. También es fundamental no descuidar la salud mental y física: hacer descansos, dormir bien y encontrar momentos para desconectar.

Y, sobre todo, confiar en uno mismo. La preparación del EIR es un proceso exigente, pero al final todo el esfuerzo vale la pena y si realmente les gusta alguna especialidad los animo a que luchen por su plaza.

Por último, siéntete libre de hacer la reflexión que estimes oportuna.

La enfermería es una profesión preciosa y, aunque la vocación es fundamental, no justifica que nos utilicen ni que nos traten con las condiciones laborales actuales. Somos un colectivo altamente formado y cualificado, con una gran responsabilidad en el cuidado de la salud de las personas, y es lamentable que no se nos reconozca como merecemos en este país. De hecho, yo misma me planteado irme fuera un tiempo si las condiciones no mejoran. Es una pena que lleguemos a este punto, cuando realmente lo que necesitamos es un cambio urgente en el sistema sanitario.