«La enfermería trabaja desde el silencio, pero es esencial en cada etapa de la vida»

Carmen Sánchez Borja, reconocida como Enfermera del Año, reivindica el papel crucial de una profesión que considera «profundamente humana y transformadora»

Con más de dos décadas dedicadas a la Enfermería del Trabajo, Carmen Sánchez Borja ha sido nombrada Enfermera del Año por su compromiso con la salud laboral y su trayectoria marcada por la vocación, la formación continua y el liderazgo. En esta entrevista reflexiona sobre los retos del sector, la evolución de la profesión y la necesidad de mayor reconocimiento para quienes cuidan, muchas veces desde el anonimato, de toda la sociedad.

¿Qué significa para usted recibir este reconocimiento como Enfermera del Año?

En primer lugar, un sentimiento de profundo agradecimiento por este reconocimiento tan significativo en el seno de una de las profesiones más humanistas. Ha supuesto una contraposición de dos emociones que no me esperaba. Por una parte, tremendamente agradecida por haberlo recibido y a todas aquellas personas que han contribuido con su apoyo, y, por otra parte, el sentimiento de no merecerlo porque la enfermería es una profesión plagada de heroínas y héroes del día a día que no visten capa, y no siempre reciben el reconocimiento a su espectacular labor.

¿Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta llegar a este punto?

Principalmente mi trayectoria profesional se ha enfocado en el área de la prevención de riesgos laborales, pues desde hace casi 25 años tuve la oportunidad de iniciar mi recorrido profesional como Enfermera del Trabajo, un ámbito que ha supuesto mi campo de acción la mayor parte de mi vida laboral. Estos últimos 8 años en combinación con funciones de gestión.

Desde la aparición de nuevas realidades laborales que han influido en la actualización de la Enfermería y la Enfermería del Trabajo concretamente, hasta la irrupción de situaciones más críticas como fue la pandemia causada por el SARS-CoV-2., han supuesto un gran aprendizaje, donde cada desafío, cada éxito y cada error han sido para mí una lección de gran valor. El afrontamiento de estas situaciones ha sido posible gracias a los equipos de trabajo en los que he desarrollado mi andadura laboral a lo largo de todos estos años, que, sin todas esas personas, nada de esto se hubiera materializado.

¿Cree que este premio visibiliza la importancia del trabajo de las enfermeras en nuestra sociedad?

Es una distinción realmente significativa y que contribuye como escaparate de nuestra profesión que no solo reconoce la labor individual de una profesional, sino que también visibiliza el impacto profundo y constante que la Enfermería tiene en nuestra sociedad. De esta forma, se pone en valor una profesión que muchas veces trabaja desde el silencio, pero que es esencial en cada etapa de la vida de las personas: desde el nacimiento hasta los momentos más vulnerables.

Además, este tipo de premios ayudan a concientizar a la sociedad sobre el compromiso, la vocación y la preparación que exige la enfermería, rompiendo estereotipos y resaltando su rol no solo asistencial, sino también educativo, preventivo, de gestión y comunitario. En definitiva, es una forma de dignificar públicamente un trabajo que es profundamente humano y transformador.

Otra forma de visibilizar la importancia de las profesionales de enfermería en nuestra sociedad son iniciativas sociales como las que desempeña el Colegio tales como Solidaridad Enfermera y el servicio que presta a la comunidad desde la filantropía y el altruismo.

Desde su experiencia, ¿cómo ha evolucionado la profesión de enfermería en los últimos años?

Pienso que ha estado influenciada por los eventos sociales de nuestra realidad y no es impermeable a ella: desde coyunturas económicas menos benévolas que han mermado en algún momento el volumen de profesionales en los centros sanitarios hasta la mejora en la investigación, gestión y la docencia, convirtiéndonos en uno de los líderes a nivel mundial en cuanto a la calidad académica de sus enfermeras, con especial mención a la especialización enfermera que poco a poco va abriéndose su necesario camino.

Acontecimientos como las crisis sanitarias han ayudado al prestigio de la profesión enfermera en España, con una evolución positiva que ha fortalecido su presencia, visibilidad y rol dentro del sistema sanitario. A medida que la formación académica ha mejorado, la especialización y la excelencia profesional también han avanzado. A pesar de los desafíos, la enfermería sigue siendo un pilar fundamental para garantizar la salud y el bienestar de la población española.

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan las enfermeras hoy en día?

Fundamentalmente, el liderazgo y la visibilidad.

Aunque el liderazgo de la Enfermería está mejorando, la profesión sigue luchando para obtener una mayor visibilidad en la toma de decisiones dentro del sistema sanitario. En muchos casos, la enfermería no ocupa esas posiciones en la gestión de centros sanitarios o en la formulación de políticas sanitarias cuando tenemos perfiles de profesionales de enfermería sobradamente preparadas para ello y no siempre son tenidas en cuenta, en detrimento de otros perfiles. La definición de roles y la inclusión de la enfermería en la toma de decisiones importantes siguen siendo áreas a mejorar. Somos una profesión universitaria con un grado de 4 años, múltiples ramas formativas de post grado, profesionales Doctorados y una panoplia de Formación Sanitaria Especializada que no todas las profesiones poseen, y creo desde mi punto de vista que, a pesar de semejante despliegue formativo, no es tenida en cuenta la enfermería lo suficiente para copar puestos de gestión en nuestras organizaciones.

Asimismo, también la parcela de las condiciones laborales es otro talón de Aquiles a subsanar en nuestra profesión, especialmente en los convenios colectivos que nos regulan en nuestras relaciones laborales con entidades privadas. Ahí hay mucho camino por recorrer todavía.

¿Cómo cree que se puede seguir fortaleciendo la formación y el desarrollo profesional de los enfermeros y enfermeras?

Una de las herramientas es facilitando de manera sistemática desde los proveedores laborales el acceso y asistencia a formación continua, la investigación enfermera y la participación en actividades formativas como Jornadas, Congresos y otros espacios educativos.

La formación continua es clave para que las enfermeras puedan mantenerse actualizados sobre lo más innovador en nuestra profesión y bajo el paraguas de la evidencia científica, muy a colación de la pregunta que has formulado sobre cómo ha evolucionado la enfermería durante estos últimos años. Esto permite la capacitación en nuevas tecnologías que emergen en nuestra realidad laboral.

Debo hacer mención aquí a la formación post grado como otra herramienta para fortalecer nuestro desarrollo y crecimiento profesional, tan necesaria en la actualidad y más en una sociedad que no para de cambiar. Cuántos cambios se han precipitado a lo largo de estos últimos 15 años…

¿Cómo valora la situación actual de la enfermería en España y, en particular, en Almería?

Es conocido y sigue así a día de hoy que la enfermería española es una de las mejores consideradas del mundo, no hay más que ver la alta demanda de nuestras profesionales en Europa e incluso Oriente Medio. Es un indicador positivo, pero con un doble filo, y es que en ocasiones nuestros sistemas de salud y mercado laboral no son capaces de absorber a dichos profesionales.

Y si trasladamos el foco a la nuestra realidad local creo que tenemos un buen estado de salud de la profesión, con los retos y oportunidades de mejora descritos anteriormente. Especialmente quiero remarcar el trabajo docente que es realizado en los hospitales y dispositivos de Atención Primaria como agentes formadores tanto de estudiantes pregrado de Ciencias de la Salud como de las personas tutoras que conforman las Unidades Docentes de nuestra provincia, que no dejan de perfilar y pulir brillantes especialistas en Ciencias de la Salud en sus diversas especialidades.

¿Considera que la profesión recibe el reconocimiento y los recursos que merece?

La profesión enfermera ha experimentado avances en cuanto al reconocimiento y la valoración social, especialmente tras la pandemia por SARS-CoV-2, cuando la labor de la enfermería fue esencial para la gestión de la crisis sanitaria. Sin embargo, a pesar de este reconocimiento, la profesión aún enfrenta importantes desafíos relacionados con el reconocimiento institucional tal y como he mencionado anteriormente y un mayor peso en la toma de decisiones multidisciplinares.

¿Qué le llevó a especializarse en enfermería del trabajo?

Para quienes no estén familiarizados me gustaría anotar en qué consiste la especialidad de Enfermería del Trabajo. La labor de una enfermera del trabajo (o enfermera de salud laboral) consiste en proporcionar cuidados de salud dentro del entorno laboral, con un enfoque en la prevención y promoción de la salud, orientado a velar por la salud y el bienestar de los trabajadores. Su labor va mucho más allá de atender situaciones clínicas cotidianas o realizar controles clínicos rutinarios; incluye tareas de prevención, educación y gestión de la salud a nivel de las organizaciones laborales, las cuales están conformadas, como no, por personas.

Somos un eslabón profesional fundamental dado que con las herramientas que disponemos somos quiénes cuidamos de quiénes hacen la labor asistencial a la ciudadanía o quienes producen los insumos que a diario consumimos: Cuidamos de la población activa de todo un país, casi nada, y esa envergadura como cometido es lo que me llamó la atención de esta especialidad.

¿Cuáles son los principales retos que enfrenta la enfermería del trabajo en la actualidad?

Todo lo vertido durante esta entrevista lo podríamos traer también aquí, esas cuestiones sobre la visibilidad (por el impacto positivo que aportamos en la salud de la población trabajadora), reconocimiento institucional, liderazgo y la posesión de puestos ejecutivos o de gestión, que a una escala más pequeña o directa pudieran ser las Unidades de Prevención de Riesgos Laborales en las que nos desempeñamos.

No me quiero olvidar hacer mención al intrusismo profesional que nuestra especialidad puede sufrir, especialmente fuera del ámbito público.

¿Cree que las empresas valoran lo suficiente el papel de la enfermería del trabajo?

En numerosos casos, las corporaciones no valoran lo suficiente nuestra labor. Aunque existen sectores que comprenden la importancia de contar con profesionales de la salud en el entorno laboral, aún hay muchas organizaciones que subestiman su contribución o no les otorgan el reconocimiento adecuado.

Me gustaría señalar algunas razones por las que pienso que hay cierta infravaloración de nuestra profesión, como, por ejemplo:

-Visibilidad limitada del rol de la enfermería del trabajo: A menudo, se nos percibe únicamente como proveedores de primeros auxilios o como profesionales que simplemente se encargan de las ejecutar pruebas funcionales, y esa concepción es un reduccionismo para nuestra profesión.

Remuneración insuficiente en algunos casos para la responsabilidad de nuestra labor, una labor que se mueve en un estrecho margen clínico y de prevención acotado por un elenco muy nutrido de disposiciones normativas comunitarias, nacionales y autonómicas, sin olvidar que somos una profesión sanitaria con todas sus idiosincrasias clínicas, éticas y morales que jamás debemos de olvidar, y, en no pocas ocasiones, mucha entidades obvian todas estas características de nuestra profesión y el recorrido que debemos seguir actualmente para alcanzar nuestra titulación (Nos movemos en una especialidad que apenas salen unos 90 especialistas al año en toda España)

¿Cómo se puede seguir avanzando para mejorar la prevención y promoción de la salud en el ámbito laboral?

Hay mucho camino por explorar dentro de nuestra disciplina, no sólo desde el punto de vista de la seguridad de los profesionales sino desde su óptimo estado de salud, y creo que los aspectos psicosociales son los que hoy día más deberíamos prestar atención. Está íntimamente relacionado con el bienestar laboral y, dado que es un lugar donde estamos gran parte de nuestra vida, es crucial una óptima promoción de la salud en el lugar de trabajo. Ahí, la Enfermería tiene muchísimo que decir.

Mejorar la prevención y promoción de la salud en el ámbito laboral es esencial para garantizar el bienestar de los trabajadores, reducir el absentismo, aumentar la productividad y fomentar una cultura de salud en las organizaciones. La enfermería, como parte fundamental del equipo de salud en las empresas, desempeña un papel clave en este proceso.

¿Qué consejo le daría a los futuros enfermeros y enfermeras que están comenzando su carrera?

Ya estamos en una vorágine de cambio exponencial. Acontecen más cambios en menos periodo temporal, especialmente desde la pandemia, por lo que la mentalidad de aprendizaje continuo (Lo mencionado en anteriores puntos de la entrevista) cobra mucha importancia.

Intentar cultivar la empatía, la paciencia: Nuestra labor es con seres humanos y para seres humanos, nunca debemos perder ese horizonte y el respeto en la comunicación (De manera bidireccional) es básico, tanto con el paciente como con sus familias y con el resto del equipo sanitario. El trato humano es esencial para ofrecer una atención de calidad. Los pacientes muchas veces se encuentran vulnerables, y ser capaz de ofrecer comprensión y apoyo emocional es tan importante como el tratamiento físico. La paciencia también es clave, ya que trabajar en un entorno de alta presión puede generar frustración, pero mantener la calma y ser una fuente de apoyo es crucial.

La dedicación por ayudar a la población, esa vocación de servicio la considero un gran factor protector para nuestra labor como enfermeras y, por último, desarrollar la tendencia al asociacionismo porque, como dice el refrán, la unión hace la fuerza y es muy enriquecedor conocer a otras profesionales en su ejercicio y el contraste de impresiones.

¿Cuál es su mayor deseo para el futuro de la enfermería en España?

Mi mayor deseo para el futuro de la enfermería en España es que la profesión sea plenamente reconocida, respetada valorada por su impacto positivo y fundamental en el sistema de salud, y que dispongamos de los recursos, el apoyo y la autonomía necesarios para desempeñar nuestra labor de la mejor manera posible.